México Merece Un Debate Honesto Acerca de la Nutrición

Todos queremos que las etiquetas de los alimentos que compramos en los supermercados proporcionen información correcta y completa sobre lo que contienen. Sin embargo, algunas veces, los temas nutricionales generan debates públicos y desacuerdos que pueden dejar a los consumidores confundidos. Bajo ese contexto, un ingrediente que ha sido afectado por este tipo de debate es el jarabe de maíz de alta fructosa.

Por este motivo hemos creado esta plataforma. Somos la Industria de Derivados Alimenticios del Maíz (IDmaíz), una coalición de organizaciones que creen que las personas de México merecen claridad acerca de este ingrediente, así como una explicación de cómo se compara a nivel nutritivo con productos similares como el azúcar.

Esta es la realidad y lo que debes saber:

  • El jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) y el azúcar de caña (sacarosa) son equivalentes a nivel nutricional. Cada uno se compone aproximadamente de la mitad de glucosa y  la mitad fructosa.

  • El (JMAF) fue desarrollado para proveer una alternativa a otros azúcares que ofrece el mismo sabor y nivel endulzante, pero hecho de una fuente diferente (el maíz).

  • Es erróneo señalar que el jarabe de maíz de alta fructosa es un alimento procesado mientras que el azúcar de caña de no lo es. La realidad es que ambos, el JMAF y el azúcar  de caña, son ingredientes refinados que usan métodos de producción similares y que son utilizados para producir otros azúcares. Al igual que el azúcar, el JMAF está hecho de una planta y no contiene nada artificial o sintético.

  • El JMAF y el azúcar de caña tienen roles equivalentes como contribuyentes de la obesidad en México porque son iguales a nivel nutritivo. Además, con datos de CONADESUCA*, se observa que el consumo del JMAF en México ha disminuido paulatinamente, mientras que el índice de aquellos que sufren obesidad o sobrepeso continúa incrementando.

  • Los niveles de obesidad también continúan subiendo alrededor del mundo a pesar de que el consumo de JMAF es relativamente bajo en la mayoría de los países. De los endulzantes calóricos consumidos a nivel mundial, al azúcar refinada se le atribuye el 83% del consumo, mientras que al JMAF y otros endulzantes (ej. trigo, tapioca), se les atribuye el 7%.

  • La obesidad es un problema de muchos factores, pero la mayoría de las organizaciones dedicadas a la salud pública coinciden que ingerir demasiadas calorías, sin realizar suficiente ejercicio físico, es el principal factor.

  • Varios investigadores internacionales, de instituciones académicas como la Universidad de Lausanne en Suiza, la Universidad de Toronto y la Universidad McMaster en Ontario, Canadá, han estudiado este tema profundamente y no han encontrado mayor diferencia entre los efectos metabólicos de la fructosa cuando la comparan con otros endulzantes. Mira una lista completa de los estudios aquí.

  • Tampoco se ha encontrado evidencia que establezca que el JMAF es el conductor de la epidemia global de la obesidad. Existen investigaciones que  concluyen que “cualquier afirmación que establezca que el consumo normal de fructosa es tóxico o que las bebidas con fructosa son la mayor causa de la epidemia de obesidad global, no está apoyada por un consenso científico”.

  • Finalmente, nosotros no abogamos por un incremento en el consumo del JMAF. El público debería moderar su consumo de todo tipo de azúcares. No es correcto querer culpar al JMAF por la epidemia de obesidad en nuestro país y decir que el azúcar es “más saludable”, pues es engañar al público.

Nosotros apoyamos a mejorar la salud pública en México. Por ese motivo, proporcionamos información al público sobre este producto.