El maíz se remoja en agua caliente para suavizar sus granos y así, se separa sus componentes – el almidón, la proteína, la cáscara del maíz y el aceite. El almidón se descompone y se transforma en glucosa. Las enzimas se usan para reorganizar parte de la glucosa en fructosa. Luego, se filtra para quitar las impurezas y la glucosa y fructosa se mezclan para crear el JMAF.

¿Por qué se creó el JMAF?

El JMAF se creó como una alternativa a otros azúcares que otorga la misma dulzura y sabor, pero cuyo origen es diferente (el maíz).

JMAF vs el Azúcar de Caña

El JMAF y el azúcar de caña (sacarosa) son nutricionalmente equivalentes. Cada uno está compuesto por alrededor de una mitad de glucosa y la otra fructosa.  El JMAF tiene una presentación líquida, mientras que la sacarosa normalmente se presenta como cristales sólidos.

¿El azúcar de caña es más natural que el JMAF? 

Es erróneo señalar que el jarabe de maíz de alta fructosa es un alimento procesado mientras que el azúcar de caña no lo es. La realidad es que ambos, el JMAF y el azúcar de caña, son ingredientes refinados  que usan métodos de producción similares y que son utlizados para producir otros azúcares. Al igual que el azúcar, el JMAF está hecho de una planta y no contiene nada artificial o sintético.

¿El JMAF es creado con bioingeniería del maíz? 

El JMAF no contiene material genético . Por lo tanto, es lo mismo si es producido de la bioingeniería del maíz o maíz convencional. Lo mismo es cierto de otros aceites refinados, almidones y azúcares.

¿El consumo del JMAF está vinculado a la obesidad en México?

El JMAF y el azúcar de caña tienen roles equivalentes como contribuyentes de la obesidad en México. Son equivalentes a nivel nutricional.

El consumo del JMAF ha ido disminuyendo, mientras que los índices de personas obesas o con sobrepeso continúan incrementando.

Con datos de CONADESUCA, se observa que el consumo de JMAF ha disminuido paulatinamente desde el ciclo 2011/2012 y se estima que caerá por debajo de los niveles del 2010 en 2019/2020.* Sin embargo, a su vez, la encuesta Nacional de Salud y Nutrición, realizada por El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) confirmó el 19 de diciembre de 2019 que el porcentaje de mexicanos con obesidad subió de 71.3% en el 2012 a 75.2% en el 2018. El índice de diabetes subió del 9.2% a 10.3% durante el mismo tiempo.**

¿Qué ocurre en el resto del mundo?

Alrededor del mundo, los niveles de obesidad continúan incrementando a pesar de que el consumo del JMAF es relativamente bajo. De los endulzantes calóricos consumidos a nivel mundial, al azúcar refinada se le atribuye el 83% del consumo, mientras que al JMAF y otros endulzantes (ej. trigo, tapioca), se les atribuye el 7%.** A los endulzantes de alto nivel, se les atribuye el otro 10% de los endulzantes consumidos a nivel mundial.

¿Cuál es la causa actual de nuestro incremento de peso?

La obesidad es un problema que tiene muchos factores, pero la mayoría de las organizaciones de salud pública están de acuerdo que consumir demasiadas calorías, sin hacer suficiente actividad física, es el factor primordial.

¿Están diciendo que las personas deberían consumir más JMAF?

Por supuesto que no. La gente debe moderar su consumo de todo tipo de azúcares. Echarle la culpa al JMAF por la obesidad y a su vez decir que el azúcar es más saludable, es engañar al público: es una distracción del consenso científico de que todos deben moderar su consumo de azúcares.

¿Existen estudios científicos que sustentan estas afirmaciones?

Varios investigadores internacionales, de instituciones académicas como la Universidad de Lausanne en Suiza, la Universidad de Toronto y la Universidad McMaster en Ontario, Canadá, han estudiado este tema profundamente y no han encontrado mayor diferencia entre los efectos metabólicos de la fructosa cuando la comparan con otros endulzantes. Tampoco han hallado evidencia que sostenga que el JMAF es el conductor de la epidemia global de obesidad. Existen investigaciones que concluyen que “cualquier afirmación que establezca que el consumo normal de fructosa es tóxico o que las bebidas con fructosa son la mayor causa de la epidemia de la obesidad global, no está apoyada por un consenso científico”.

* Fuentes: Balance Nacional De Edulcorantes, Octubre 2019 – Septiembre 2020, CONADESUCA; Balance Nacional De Edulcorantes, Octubre 2011 – Septiembre 2012, CONADESUCA.

** Fuentes: Encuesta de Salud y Nutrición Nacional de 2019, Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) e Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI).

*** Fuente: © LMC International, 2020. Todos los derechos reservados en todos los países.